El páncreas posee una doble función: endocrina y exocrina. En primer lugar, la secreción externa responde a la fabricación de enzimas que intervienen en el proceso de la digestión de los alimentos a nivel intestinal. Por otra parte, la secreción interna hace referencia a la síntesis de hormonas: insulina, con efecto hipoglucemiante, que es sintetizada por parte de las células Beta de los Islotes de Langerhans; y síntesis de glucagón, con efecto hiperglucemiante, por parte de las células Alfa de dichos islotes.
La insulina regula la cantidad de azúcar en la sangre. Su misión es facilitar que la glucosa que circula en la sangre penetre en las células y sea aprovechada como fuente de energía.
La insulina regula la cantidad de azúcar en la sangre. Su misión es facilitar que la glucosa que circula en la sangre penetre en las células y sea aprovechada como fuente de energía.
En personas no diabéticas, el funcionamiento normal sería el siguiente: Cuando se empieza a comer alimentos que contienen Hidratos de Carbono, la glucosa en sangre activa unos sensores de las células Beta, y estimula la producción de insulina que se libera directamente a la sangre. Las células beta “miden” constantemente los niveles de azúcar y segregan la cantidad exacta de insulina que le organismo necesita para mantener dichos niveles entre 70-110mg/dl. La glucosa sobrante se almacena en el organismo como tejido graso, o en el hígado como glucógeno.
En el caso de las personas diabéticas, la insulina es insuficiente, inexistente o ineficaz por lo que la glucosa no entra en las células y se almacena en la sangre. Cuando se acumula en grandes cantidades se denomina hiperglucemia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario